Ficus lyrata, también conocido como higuera o ficus lirado, es una majestuosa planta de interior que se destaca por su llamativa, grande y ondulada hoja, que recuerda a una lira o un violín. Gracias a su apariencia distintiva y su capacidad para purificar el aire, el ficus lyrata se ha convertido en un favorito entre los diseñadores de interiores y los amantes de las plantas de interior. Sin embargo, para que esta planta te deleite con su exuberante aspecto, es importante conocer las características de su cuidado en el hogar.
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Origen y apariencia:
El ficus lyrata proviene de los bosques tropicales de África Occidental, donde en condiciones naturales puede alcanzar tamaños significativos. En el hogar, generalmente crece hasta 2-3 metros, pero puede ser más pequeño o más grande, dependiendo de las condiciones de cultivo y poda. Sus hojas, la principal decoración, pueden alcanzar longitudes de hasta 50 cm y anchos de hasta 30 cm, con venas bien marcadas y bordes ondulados. El color de las hojas varía desde un verde intenso hasta un esmeralda, creando un aspecto lujoso.
Cuidado del Ficus Lyrata en el hogar:
Para que tu ficus lyrata esté sano y hermoso, es necesario crear condiciones que se asemejen lo más posible a su entorno natural. Aquí están los aspectos principales del cuidado:
1. Iluminación:
El ficus lyrata ama la luz brillante, pero difusa. Los rayos solares directos pueden quemar sus hojas, por lo que es mejor colocarlo cerca de ventanas que den al este o al oeste. Si las ventanas dan al sur, asegúrate de proporcionar luz difusa mediante cortinas o persianas. La falta de luz puede llevar a un crecimiento lento, alargamiento del tallo y pérdida de la intensidad del color de las hojas.
2. Temperatura:
La temperatura óptima para el ficus lyrata es de 18-24°C en verano y no menos de 16°C en invierno. Evita cambios bruscos de temperatura y corrientes de aire que puedan afectar negativamente a la planta.
3. Riego:
El ficus lyrata debe regarse moderadamente, permitiendo que la capa superior del suelo se seque entre riegos. El riego excesivo puede provocar la pudrición de las raíces, mientras que el riego insuficiente puede causar la caída de las hojas. En verano, riega la planta aproximadamente 1-2 veces por semana, y en invierno, con menos frecuencia, dependiendo de la temperatura y la humedad del aire. Utiliza agua suave, reposada a temperatura ambiente.
4. Humedad del aire:
El ficus lyrata proviene de los trópicos, por lo que le gusta la alta humedad del aire. Rocía regularmente la planta con agua suave, especialmente en la temporada de calefacción, cuando el aire en los interiores se vuelve seco. También puedes usar un humidificador o colocar la maceta con la planta en un plato con grava húmeda.
5. Suelo:
Para el ficus lyrata, se recomienda un suelo bien drenado, rico en nutrientes. Puedes usar una mezcla de tierra para ficus lista o prepararla tú mismo, mezclando tierra de césped, tierra de hojas, turba y arena en proporciones iguales.
6. Fertilización:
Fertiliza el ficus lyrata durante el período de crecimiento activo (primavera-verano) cada 2-3 semanas, utilizando fertilizantes minerales complejos para plantas de hojas decorativas. En invierno, reduce la fertilización a una vez al mes o deténla por completo.
7. Trasplante:
Las plantas jóvenes se trasplantan anualmente en primavera, mientras que las adultas cada 2-3 años, a una maceta más grande. Trasplanta la planta con cuidado, tratando de no dañar el sistema radicular. Asegúrate de colocar una capa de drenaje de arcilla expandida o ladrillos rotos en el fondo de la maceta.
8. Poda y formación:
El ficus lyrata responde bien a la poda, que se realiza en primavera para dar forma a la copa y estimular el crecimiento de nuevos brotes. Elimina ramas secas, dañadas y débiles. Trata los cortes con pasta de jardín o carbón activado.
9. Propagación:
El ficus lyrata se propaga por esquejes, acodos aéreos y semillas. La forma más sencilla es la propagación por esquejes, que se cortan en primavera o verano de los brotes apicales. Los esquejes se enraizan en agua o en suelo húmedo bajo una bolsa de plástico o un frasco de vidrio.
10. Plagas y enfermedades:
El ficus lyrata puede verse afectado por plagas como cochinillas, ácaros, moscas blancas y pulgones. Al detectar plagas, trata la planta con insecticidas. Entre las enfermedades, las más comunes son las fúngicas, causadas por el riego excesivo o la mala ventilación. Para la prevención y tratamiento de enfermedades fúngicas, utiliza fungicidas y asegúrate de proporcionar el cuidado adecuado.
Problemas al cultivar Ficus Lyrata:
- Caída de hojas: El problema más común, que puede ser causado por diversos factores: estrés por reubicación, riego insuficiente o excesivo, falta de luz, cambios bruscos de temperatura, corrientes de aire o plagas.
- Manchas marrones en las hojas: Pueden aparecer por quemaduras solares, riego excesivo o aire seco.
- Crecimiento lento: Puede ser causado por falta de luz, deficiencia de nutrientes o maceta estrecha.
Beneficios del Ficus Lyrata:
Además de su atractivo estético, el ficus lyrata tiene propiedades beneficiosas:
- Purificación del aire: Estudios de la NASA han demostrado que el ficus lyrata purifica eficazmente el aire de sustancias nocivas como el formaldehído, el xileno y el tolueno.
- Aumento de la humedad del aire: Al evaporar humedad a través de las hojas, el ficus lyrata contribuye a aumentar la humedad del aire en el interior.
- Creación de confort: Una planta grande y exuberante crea una atmósfera de calidez y comodidad en el hogar.
Conclusión:
El ficus lyrata es una elegante y útil planta de interior que, con el cuidado adecuado, se convertirá en una hermosa adición a tu hogar. Aunque se considera algo caprichoso en su cuidado, siguiendo reglas simples, podrás disfrutar de su belleza durante muchos años.